lunes, 24 de marzo de 2014

"¡Pero yo tengo razón!"

Una de las cosas que más está de moda actualmente, es (pretender) justificar los enojos con un (supuesto) tener la razón.

Por ejemplo: ¡pero me dejó hecho un enchastre el baño!. O... "¿es o se hace?", e incluso cosas más agresivas.

"¡Yo tengo la razón!", subyace detrás de estos errores... pero ¿qué razón?.

¿Es tener razón... gritar? enojarse? "acabarse la paciencia"?. Sé que parece que sí, y con esto me anticipo a vuestras respuestas.

Sé que parece justificable el enojarse, el "todos tenemos límites" pero... ¿y los limites del otro?. ¿Vale la pena cruzarlos por -tener la razón-?

¡A avivarse!, que pierde automáticamente todo indicio de (supuesta) razón quién grita...

...quién se cree con derecho de -por algo bueno como tener razón- ¿maltratar?.

Las cosas buenas con medios buenos, las cosas malas con medios malos.
(Es como digo siempre: razón y co-razón viajan juntos
cuál realidad y verdad.)

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