Sí, es un hombre también. Incluso Jesús lo era.
Un hombre, y Dios Hijo. Demostró ser Dios por:
1) Anticipar su venida: con un sinfín de anticipos en los libros de los profetas del antiguo testamento, relatando su nacimiento, vida y fallecimiento.
2) Hacer milagros: es decir "doblar el espacio" además de haber doblado el tiempo como lo explicado en el punto 1.
"Dios Hijo" le decimos, desde nuestra ignorancia, y porque también Él se encargó de que pudiéramos entenderlo así. Piensen que entender a Dios (en sus tres modalidades: Padre, Hijo y Espíritu Santo; y en definitiva en cualquiera de sus manifestaciones) es como para una hormiga comprender la Internet.
¡Claro que es un hombre también el párroco!, pero no en sentido peyorativo... ojo, que Dios (Hijo, Padre y Espíritu Santo) atraviesa tanto al párroco como a tí (en el fenómeno llamado "epíclesis" presente en todos los sacramentos) para alimentarte precisamente el alma y fortalecerse desde el interior.
¡A avivarse!, no sea que por ignorancia
te pierdas de lo más importante.
En el momento llamado "epíclesis"
Dios atraviesa ambos corazones.

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