Muchas veces en esta vida caótica en que vivimos; "acelerada" quizás es el término justo, nos guiamos por la premisa: "Hacéla corta". "Hacela corta", "Cerrá", "Definí". Y está muy bien ser prácticos... pero también en las formas está el contenido.
Apresurarse de por sí no está bien. Apresurarse por las cosas que merezcan diligencia, sí. Y no todo merece diligencia... hay en el trato humano, algo del respeto mutuo que nunca se debe perder. No podemos, por estar apurados, maltratar al otro.
Quizás no saludarlo, sí; quizás tratarlo "a la ligera", también; irrespetarlo no. Faltarle el respeto, eso no se puede hacer. Atropellarlo. Nada justifica la violencia. Nada justifica el atropello. Y en estos modos estará jugado el contenido también.
Estar muy atentos... la gente atropelladora por algo es así: no se puede confiar. No es bueno tenerla ni de lejos. Mejor ni tenerla. Mejor ni de lejos. Porque es gente que justifica el atropello. Y el atropello no se puede justificar.
Los modos hacen al contenido... fíjate siempre de estar con quién te trate bien. Con quién te sepa tratar. Hay que "besar sapos" en la vida, lo sé. Pero no te rodees de ellos. Y si son muy maleducados: ni siquiera te acerques.
Hay gente muy atrevida y muy infantil que es así,
pero en realidad ya es adulta. ¡Aléjate!

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